Descubriendo Japón

Reiwa 1

El primero de Mayo de 2019 comenzó el período Reiwa (令和) con el nuevo Emperador Naruhito. Esto coincidió con Golden Week (un ya largo período de feriados que suelen ser alrededor de una semana en abril-mayo) y se volvió un período de unos 10 días de vacaciones.

Todos los japoneses aprovecharon para irse de viaje, y nosotros también. En esta ocasión decidimos volver a Kansai, a lugares que ya habíamos visitado en nuestro viaje original y agregamos Himeji (famoso por su castillo, el cual estaba de reformas cuando viajamos en 2013). La idea fue visitar a una amiga y revisitar algunos lugares y personas que nos habían parecido mágicos. El resultado fue un mix agridulce de cosas hermosas y algunas decepciones.

Kioto

Visitamos a una amiga haciendo viaje sin plan estructurado. Fuera de los lugares que son visitas obligadas en un viaje, descubrís muchos lugares hermosos tan solo caminando por ahí.

No pudimos evitar volver a Arashiyama. Además de lo hermoso general de este lugar, que pueden ver en nuestro posteo original (link), volvimos a una mágica tiendita de muñecos hechos con capullos de seda para reencontrarnos con sus dueños (con los que habíamos entablado una linda charla sin hablar el mismo idioma) para esta vez hablar en japonés con ellos. Lamentablemente el tiempo para la gente mayor no pasa de la misma manera y el señor ya no estaba, pero aún estaba la mujer y nos tomamos un rico té con ella.

Aquí también nos topamos con una intervención en la estación de tren llamada “Kimono Forest” donde unos tubos iluminados cubiertos con los patrones más famosos de kimonos formaban un paseito muy bonito.

Dentro de lo no turístico, sigue habiendo cosas en Kioto que si bien no son un “must” para un primer viaje, cuando vivís acá y ya viste lo primordial podés darte el lujo de visitar. Entre lo no planeado caímos en un santuario shinto llamado Kamigamo dedicado al clan Kamo. Este santuario suele estar asociado a la figura de un cuervo. El cuervo de tres patas, llamado Yatagarasu, que en la leyenda guió al primer emperador de Japón hasta donde establecería el reino de Yamato, es considerado por algunos como el fundador del clan Kamo. En honor a esta conexión, Kamigamo Shrine tiene un omikuji (papelito con la fortuna para el año) en un muñequito con forma de cuervo muy tierno diseñado por uno de los sacerdotes del Santuario Kamigamo.

También nos fuimos al Kioto Botanical Garden. Más que un jardín es un parque, muy grande. Muchas plantas y flores que cambian según la estación. Pasear por los jardines es completamente gratis y tiene un área paga de invernaderos. Dentro de éstos hay sectores selváticos de distintas regiones del planeta, desérticas, etc.

Osaka

Volvimos al castillo, pero solo para pasear por fuera porque ya en 2013 nos decepcionamos con su interior remodelado y hecho museo.

Paseamos finalmente por los canales de Osaka en un barco que nos había quedado pendiente y nos topamos con el templo budista Shitennoji.

También nos sorprendimos con el cambio del icónico cartel del corredor. Este cartel luminoso, que brilla en el canal Dotombori desde hace más de 80 años, fue reemplazado por una gran pantalla LED donde el corredor (Glico, marca de comidas famosa) corre mientras los fondos van cambiando. No es que la nueva versión sea mala (ha cambiado varias veces en ocasiones especiales), sino más bien que al ser éste un ícono tan famoso y antiguo da un poco de pena que sea reemplazado por algo moderno. El cambio de neón a tecnología LED es algo fuerte.

El “highlight” de nuestros días en Osaka fue revisitar el museo de arte y finalmente poder entrar. Tuvimos la suerte de encontrarnos con una muestra de Boltanski, a quién no conocíamos y nos voló la cabeza. Es un artista controvertido que retrata de manera oscura y crítica la humanidad. Dentro de la exhibición se podían sacar fotos en algunas partes y en otras no y fue muy experiencial. Dentro de la obra sensorial, había habitaciones en las cuales parte de la experiencia era un aroma particular o viento.

Himeji

Como mencionamos, en nuestro viaje del 2013 no pudimos ir a este castillo (el más famoso del país) debido a que estaba bajo reforma. Es un lugar inmenso, mayormente siempre repleto de gente y este caso no fue la excepción con más de una hora y media de cola para ingresar. Todos los alrededores del castillo (jardines y demás) son muy hermosos. El interior del mismo nos pareció bastante decepcionante. Después de ver el interior del castillo de Matsumoto (que nos fascinó) parece ser que los demás siempre se quedan algo cortos. Las vistas desde arriba son muy lindas también.

Kobe

Kobe es una ciudad bellísima, repleta de magia y arte. Volvimos por amor y volveríamos mil veces más. Pacíficas y bellas caminatas y un puerto que nunca defrauda.

Quisimos volver a nuestro amado restorán “Kujira no Andy” (pueden ver el posteo del mismo acá), ¡¡pero resultó ser que estaba cerrado!! Casi morimos. La buena noticia es que ahora (unos años más tarde) volvimos a chusmear online y parece que reabrieron.

También aprovechamos para comer nuevamente carne de Kobe (justamente llamada así por su lugar de origen). La idea era comer en Kujira no Andy dónde sirven, entre otras cosas, carne de Kobe. Pero terminamos yendo a un restorán especializado llamado Kobe Kikusui Teppanyaki Restaurant. Riquísimo. Son estaciones de teppanyaki (cocina a la plancha, los restoranes suelen tener una plancha en la misma mesa para que te cocines vos) para cuatro o cinco personas con un chef ahí delante que cocina para vos.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *