Descubriendo Japón

Hokkaido

Nos fuimos en septiembre y usamos Peach, primera vez que usamos una aerolínea “low cost” en Japón. El check-in fue súper conveniente, el avión chiquito (como todos los “low cost”), para llevar equipaje o para comer o tomar algo tenés que pagar aparte.

Nos fuimos derecho del aeropuerto de Chitose a Otaru, una pequeña ciudad portuaria muy hermosa. El tren que te lleva es increíble, básicamente viajás al lado del mar y las vistas son espectaculares.

Otaru es famosa por el canal, los cangrejos y LeTAO (de las mejores cheesecake que probamos). El canal todo a lo largo ofrece vistas muy bonitas, tanto del agua como de los muy interesantes edificios. También hay tiendas varias desparramadas por la pequeña ciudad, especialmente de cosas de vidrio. Es un lugar pequeño pero muy recomendable. Como para ir por el día.

LeTAO. Ya habíamos probado sus cheesecake antes de ir, y cualquier persona que ande por Japón y le guste el cheesecake debería probarlos. Se hizo muy famoso por ser un “omiyage” (souvenir) típico de Hokkaido que sólo podía ser comprado en Hokkaido. En la actualidad tienen una tienda online que hace envíos a todo Japón, y de tanto en tanto, hay pequeñas tiendas temporales (pop-up stores) por distintas zonas en grandes shoppings. Aún así, parte de su magia es que no se venden en cualquier lado. Hokkaido es muy famoso por sus lácteos y éstas tortas, además de estar hechas de queso crema original de la zona, no son como la típica New York Cheesecake, son más bien diferentes capas de queso cremoso y suave, súper liviano. A no confundir con el famoso cheesecake japonés esponjoso que se muestra en todos lados moviéndose. Ese es más bien como un suave bizcochuelo.  

De ahí fuimos directamente a Sapporo. Sapporo es la ciudad principal. Lejos de producirnos gran admiración, es una ciudad linda con mucho arte por las calles (esculturas).

También tiene un muy recomendable parque de arte llamado Sapporo Art Park. Es un lugar enorme, repleto de verde, esculturas diseminadas por todas partes, edificios con workshops y talleres, un museo con muestras que van cambiando por temporada y un restorán, entre otros.

La entrada a toda el área del parque es gratis. Se cobra entrada en los edificios que suelen tener exhibiciones especiales. El restorán es estilo buffet y tiene cosas muy ricas e interesantes. Mayormente vegetariano (aunque había pollo) y con productos de la zona.

Sapporo es famosísimo por su comida en general. La verdad que a nosotros nos pareció rico pero no que hubiera nada que no puedas comer en otras partes del país. También por su cerveza, Sapporo Beer. Fuimos a su cervecería que tiene una suerte de museito con cosas de su historia y maquinarias antiguas. El edificio es muy lindo y tiene alrededor una zona de restoranes.

Otro de los emblemas de la zona es Shiroi Koibito, marca de chocolates, helados y galletitas fabricados con lácteos de Hokkaido. Esta marca también se hizo muy conocida como Letao gracias a venderse sólo en la zona y también ahora posee una tienda online. Hay un parque donde está la fábrica, es una especie de mini parque de diversiones. Bastante lindo, no tiene grandes atracciones pero es bonito y tiene en ciertos lugares unos “shows” de música y muñecos que se mueven, por ejemplo, fabricando galletitas.

Llovía mucho el día que fuimos. El parque y sus carteles están repletos de gatos, no lo sabemos con seguridad pero creemos que quizás se deba a que su galletita original es un tipo de galletita llamada “lengua de gato”.

El próximo lugar que visitamos se llama Jozankei. Elegimos ir a este lugar, entre otras cosas, porque se veía muy lindo durante el otoño y porque había una iluminación especial (en Japón, por si no leyeron nuestro posteo acerca del tema, es muy común que haya iluminaciones especiales en otoño-invierno y la empresa que realizaba esta en particular es muy buena). Seguía lloviendo mucho y no hubo ninguna iluminación… El lugar en sí mismo es lindo pero no hay demasiado para decir ni para hacer estando allí, a menos que seas fanático de los onsen (y que no tengas tatuajes).

Paseando por la zona, se puede ver una gran cantidad de estatuas dedicadas a una criatura mítica llamada Kappa. Se dice que la criatura mítica habita en los ríos y, a menudo, aparece con la piel verde escamosa y las manos palmípedas (como las ranas). Se suele asociar con lo ridículo o chistoso, suele tener caparazón de tortuga, pico de pato y como una especie de pelo cortito. Cuenta la leyenda que un joven que trabajaba alrededor de Jozankei quedó encantado con un Kappa y se convirtió en uno. El joven fue atraído hacia un río de la zona y se dejó llevar por el fuerte caudal de agua. Al no poder encontrarlo, los aldeanos comenzaron a creer que un Kappa se lo había llevado.

Años más tarde, se dice que el niño apareció en el sueño de su padre y le dijo: “Estoy viviendo felizmente con una esposa y un niño kappa”. Desde entonces, el área se conoce como la piscina de Kappa, y la criatura mítica se ha convertido en la mascota de la ciudad.

Nuestro destino final fue el lago Toya. Tuvimos la suerte de poder encontrar un hotel con vista al lago y ¡por fin nos tocaron días lindos de nuevo! Es un gran lago con forma redonda y una isla en el medio. La ciudad es bastante precaria pero el arte parece ser parte de todos los lugares que visitamos en Hokkaido. Esculturas por doquier.

Hay algunos cruceros que te llevan de paseo por el lago y hasta la isla. La verdad es que el lago es muy hermoso y es un lindo lugar para pasar poco tiempo y descansar. El hotel es viejo, reformado, muy grande, la gran mayoría de las habitaciones miran al lago, tiene dos onsen en dos pisos distintos y un punto para destacar es que uno de los onsen tiene dos o tres tinas privadas afuera y si ninguno de los huéspedes se queja, la gente con tatuaje se puede meter.

El día que fuimos había fuegos artificiales en el lago a la noche. Parece ser que es normal todos los días desde fines de abril hasta fines de octubre. Hermosos.

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