Kawaguchiko (Monte Fuji)
Volvimos al Fujikyu para hacer las dos estaciones que nos faltaban hasta Kawaguchiko. Descubrimos ahí que cada formación del tren tiene su propia personalidad.
Hasta los conos…
El Lago Kawaguchiko es uno de los 5 Lagos Fuji y el más accesible. Es un centro turístico con muchos baños termales y excelentes vistas del Monte.
El lago en sí mismo es bellísimo y se puede bajar hasta sus orillas. Tiene un gran desarrollo hotelero tanto del lado que mira al Monte Fuji como del lado que le da la espalda al mismo. Si bien está claro que la vista del lago con el monte detrás es de ensueño, el lago sin Fuji no se queda atrás.
Un toque retro kitsch aportan los bote-pato, cerrados ese día, con los que se puede andar por el lago pedaleando. De todos modos nuestra intención era subirnos al teleférico Kachi Kachi pero lo suspendimos por lluvia…
En todo nuestro viaje esto fue lo que pudimos ver del Monte Fuji:
El hotel lo elegimos por sus críticas en Booking y un posteo en el blog de Viaje a Japón. Las habitaciones tienen una muy buena vista al lago y al Monte y lindos balconcitos desde donde apreciarlas (si no hay niebla).
Para no alargar tanto el posteo el hotel tiene su post aparte. Salimos a caminar de semi noche y entre la penumbra y la niebla salieron algunas fotos lindas.
Cenita en el hotel (deliciosa y abundante) y a la cama, esperando que el clima mejore para el día siguiente.
No amaneció como el día anterior… estaba peor! Así que a resignarse.
Decidimos suspender todo lo que teníamos pensado y nos fuimos de caminata y a un museo donde había una exposición de Miró.
El museo es pequeño y tiene muestras rotativas y un mini shop bastante completito y lindo. En cuanto a la muestra de Miró, era muy completa y tenía una buena selección. No sacamos fotos porque estaba prohibido.
En el camino de vuelta la lluvia y la niebla directamente nos taparon, pero pudimos ver cosas muy interesantes aun así caminando por los alrededores.
Ya casi habiendo terminado de dar la vuelta, nos tentamos en una casa especializada en cheesecake que se llama Cheesecake Garden. Está (viéndolo en un mapa) en la misma línea del ropeway pero sobre la costanera. Tenían cuanta variedad se te ocurra pero es mayormente para llevar ya que adentro solo hay dos mesitas muy pequeñas. Nosotros nos sentamos a tomar café ahí pero tenés que tener la suerte de encontrar mesa vacía o esperarla.
A la noche nos fuimos a cenar a una parrilla koreana en la calle de abajo del hotel. Se llama Hana, el lugar es muy lindo, no tiene nada que ver con el concepto de parrilla argentina o asador criollo, sino que en cada mesa hay una mini parrilla en el centro.
Te traen la comida cruda y vos te la cocinás a gusto. Si nos dan a elegir, la parrilla argentina siempre sale ganando. De todos modos para probar algo nuevo y parecido, es muy recomendable. La sensación “interactiva” de tener la parrillita ahí en la mesa está buena. Parecía que ese era el día nacional del cheesecake, volvimos a pedirlo de postre. Era una locura de rico.
A la mañana siguiente nos subimos al decorado Fujikyu versión Thomas y sus Amigos rumbo a Matsumoto.
Tierno, no?