Osaka III
Y llegamos al acuario. Desde que te bajás del tren ya la zona tiene impronta de que te acercás al acuario. Antes está la vuelta al mundo y un paseo de compras. Está justo en la bahía y su edificio es inconfundible.
Teníamos sentimientos encontrados con el tema acuario. No estamos a favor de los animales en cautiverio pero sabíamos que es uno de los acuarios más importantes del mundo y nuestra única oportunidad de ver algunos de los animales que más nos gustan. La entrada es cara, 2300 yenes (23 dolares) pero vale la pena cada centavo. El gigantesco edificio se comienza a recorrer desde arriba y se va descendiendo alrededor del estanque principal que ocupa todos los pisos en altura.
Es sumamente interesante que tratan de reunir hábitats de todo el mundo como las Arapaima gigantes del Amazonas y carpinchos (Capibara), coatíes, etc. Filmamos algunos videitos que les dejaremos, nada muy pro pero para acercarlos a lo vivido… Aquí: nutrias bañándose.
¡Pingüinos! Hay varios tipos, hay un gran área arriba que en realidad se extiende por muchos pisos hacia abajo y se pueden volver a ver más adelante en el recorrido. Caímos para el momento de la alimentación y si prestan atención en el video, pueden escuchar en un momento de fondo un niño japonés diciendo “kawaii” (lindo! en japonés).
Y llegamos a la alimentación de delfines, que era lo que queríamos ver en alimentación. Tienen horarios que podés ver en la web y si vas a esa hora lo ves. Es una de las más importantes, es como show y dura 15 minutos. No tenemos fotos porque estuvimos todo el tiempo filmando. El video es largo y abarca todo. Avisamos por las dudas.
El tanque central, que como ya dijimos va de arriba a abajo todo a lo alto del edificio, contiene varias especies, la más importante y la estrella del acuario son los tiburones ballena. Junto a ellos hay otros tiburones, manta rayas gigantes, rayas y algunas que no sabemos los nombres. Como va todos los pisos hacia abajo hay muchas fotos en etapas diferentes del mismo estanque. Pudimos ver la alimentación también del tiburón ballena.
Para los niños resulta particularmente atractivo y casi hipnótico y se quedan mirando algunos estanques por horas. Los no tan niños también 😉
(y esa nariz???)
Y de vuelta el estanque central…
(tengo tanta mala onda como para estar en estanque central, oh yeah!)
Hay un estanque dedicado a unos tiburones con particular mala actitud y violencia. Uno tenía la trompa lastimada, claramente se la puso a algo…
Un mix de varias especies.
El cangrejo gigante japonés. Cuesta darse cuenta el tamaño si no se tiene una relación con la escala humana. Cada brazo del cangrejo llega a medir más de un metro 50 y por algunas extremidades que se veían dentro del estanque parece que no eran muy amistosos entre ellos. De hecho dos estaban buscando pelea. El estanque con el agua azulina parecía salido de la película Alien…
(Fuente)
Amebas… son muchos pequeños estanques herméticos porque hay que reproducir diferentes ambientes para cada organismo. Hay varios tipos de amebas, son bastante fotogénicas y simpáticas.
Ya llegando al final del recorrido se pasa por una zona de organismos miniatura (ponemos una sola foto porque realmente las fotos no se entienden, es algo que hay que ver en persona), cada organismo tendría unos 5mm. El estanque de las focas llega hasta ahí abajo y tiene unas ventanas mezcladas entre unos plásticos iluminados que simulan témpanos de hielo. Por la misma zona hay un café con ventanales hacia la bahía.
Al final de todo hay un área con algunos pingüinos, los pingüinos reales, sueltos en un espacio abierto al que se llegaría con la mano pero no te dejan, obviamente. Son muy simpáticos, hiperquinéticos y ruidosos. Había una pareja cuidando sus huevos detrás de unas piedras…
En el mismo lugar hay un estanque abierto y bajito con unos 15 cm de agua, donde podés acariciar rayas y algunos peces mansos. Después está el gift shop que vende muchas, muchas, muchas cositas muy lindas… es difícil elegir qué cosas llevarte y qué cosas no, aunque algunas son sumamente caras. En la entrada, salida, hay una mandíbula de tiburón gigantesca…. entra una persona parada!
De ahí nos fuimos a Namba, uno de los mayores centros de la ciudad de Osaka que conviene conocer de noche para poder ver todos los muchos carteles lumínicos que tiene. Todo tiene centro en Dotombori, calle principal de Namba, paralela al canal.
Hay carteles gigantes en tres dimensiones, como el famoso cangrejo de un restaurant donde se comen cangrejos que se elijen vivos de un estanque, dragones gigantescos, pulpos, peces globo, personas, etc…
También hay muchos carteles de neón que cambian, como el famosísimo cartel del hombre que corre de Glico. Por si quieren, aquí les va la secuencia completa de Glico…
Después de comer en una barra de sushi giratorio, volvimos al hotel bastante tristes sabiendo que lo que quedaba del próximo día lo íbamos a gastar comprando regalos por la zona de Umeda. Y se acabó nuestro viaje ;(
4 Comments
Ana Rossaroli
Muy buenas fotos y claros comentarios como siempre. Gracias
M&F
Gracias Ana!!
cristian
hola! Volvieron a bs as directamente desde Osaka o fueron antes a Tokio?
M&F
Hola! Nosotros volvimos directo desde Osaka (Kansai Airport) con Qatar Airways. En esa época había incluso vuelos desde el aeropuerto de Kobe. No sabemos si siguen teniendo esos vuelos. Resulta conveniente para organizar el viaje sin tener que volver a Tokio. 🙂