Viviendo en Japón

Cómo llegamos a vivir en Japón

Hace un tiempo uno de nuestros lectores nos hizo esta pregunta y, tras muchos meses sin postear, decidimos usar esta pregunta cual excusa para volver.

Para muchos, a pesar de la distancia, venir a vivir a Japón es un sueño. Uno que tiende a parecer cuasi imposible. Dependiendo de la edad y los estudios, hay más o menos opciones.

Para vivir en Japón es imprescindible una visa. Hay varios tipos de visa distintos y depende de qué actividad vas a realizar en el país. Nosotros, cuando decidimos dar el paso para venir a vivir, ya teníamos las puertas cerradas de todas las becas de estudio de especialización. Las alternativas viables que quedaban (por nuestra edad) eran:

A- Visa de inversor: requiere socio japonés para el negocio, un negocio y al menos 50.000 dólares de inversión en un banco japonés (hay más requisitos, pero esto es lo básico).
B- Encontrar un trabajo desde Argentina y que la empresa patrocine una visa de trabajo: es bastante difícil de lograr por la idiosincrasia de las empresas japonesas y requiere un nivel mínimo de conocimiento del idioma japonés o una especialización muy solicitada y un alto nivel en ella.
C- Pagar una academia de japonés que patrocine una visa de estudios: requiere bastante plata ahorrada (la nuestra salió unos 7500 dólares al año, varía según la academia).

*En otro posteo podemos hablar específicamente de la academia y el proceso, pero en este queremos contarles cómo hace 3 años que vivimos en Japón.

Obviando cuestiones personales, decidimos optar por venir, en principio, a estudiar el idioma. Más allá de la necesidad de una visa, si tu sueño es vivir en este maravilloso país es altamente recomendable que aprendas a hablar japonés.

Si hay algo que podemos decir como recomendación general, es que Japón es EL país de las reglas y la burocracia. Puede que no estés de acuerdo con muchas de esas reglas, puede que viviendo acá no sigas todas, puede que estando acá incluso veas japoneses que no siguen todas y cada una de las reglas (legales, sociales, morales, etc) pero no hay, de ninguna manera y bajo ninguna circunstancia, posibilidad alguna de que llegues a vivir en Japón si no seguís a rajatabla todos y cada uno de los pasos y burocracias respectivas para llegar hasta acá. Esto cuenta para todo, desde la obtención de la visa hasta, por ejemplo, en nuestro caso, traer a tu gata.

El proceso de aplicar para estudiar en Japón desde Argentina requiere de varios pasos, afortunadamente hay explicaciones detalladas y compañías que pueden ayudarte, y una vez habiendo aplicado requiere de unos 6 meses de paciencia y ansiedad que es lo que tarda en llegar el COE (certificado de elegibilidad) para cambiar por tu visado en la embajada.

Además de la visa, por supuesto tenés otras mil millones de cosas de las que ocuparte, lugar donde vivir, pasaje, etc. Todo lo cual ocupa muchísimo tiempo y bastante dinero.

Una vez acá y estudiando, a menos que tengas muchos ahorros que puedan sustentar tu vida y tus estudios, la alternativa mundana y normal es que tengas que buscarte un “baito” o trabajo medio tiempo. Lo ideal es llegar con suficiente plata para subsistir un par de meses y acomodarte en cuanto a departamento, academia, barrio, etc. Todo es muy nuevo y muy distinto y requiere un cierto tiempo de acostumbramiento. Buscar un baito también requiere algo de tiempo, normalmente la academia puede ayudarte con algo de eso, pero no siempre.

En estudios de japonés, la visa máxima es de dos años. Los cursos empiezan en Abril y terminan en Marzo. Como nosotros llegamos en Octubre, estudiamos año y medio hasta obtener el certificado. Para seguir con visa de estudios necesitábamos anotarnos en una “senmongakko” o escuela de especialización. Con muy pocas ganas de seguir estudiando (y careciendo del dinero para hacerlo si fuera muy necesario por la visa), decidimos darle una oportunidad a nuestra suerte para conseguir trabajo y visa laboral.

“Visa laboral” en principio, hay muchas. Este es un término absolutamente generalista y la visa depende de qué estudios y experiencia tenés y en qué vas a trabajar. En nuestro caso, ambos somos diseñadores. Nuestra visa de trabajo se llama: Ingeniero/Especialista en humanidades/Servicios internacionales (技術/人文知識/国際業務 Gijutsu/Jinbun-chishiki/Kokusai-gyoumu).

Uno de nosotros ya había conseguido un trabajo medio tiempo en diseño y pudo lograr que la compañía le patrocine su visa de trabajo. El otro, con trabajo medio tiempo en una de las dos grandes empresas de encomiendas de Japón, sacó en principio la visa de dependiente que permite continuar trabajando medio día (siendo dos y estando casados pudimos acceder a esa visa de esposo/dependiente). A los tres meses de buscar trabajo, encontró una compañía que patrocine su visa laboral y cambió de visado.  

Una vez trabajando, podés buscar mejores trabajos, sueldos, etc según te plazca. En principio, la visa generalmente te la dan por un período de 1, 3 o 5 años después del cual tenés que renovarla.

Como comentario general, en Japón hay mucha oferta laboral, solo hay que saber buscar. Si tu nivel de japonés es muy alto y/o la especialización en tu campo es alta, las probabilidades de encontrar trabajo son muchas. Si no es tan así tenés que buscar un poco más y tener un poco más de paciencia, pero lo mismo hay oportunidades. Hay que saber buscar y dónde meterse, así como también las reglas del juego y cómo manejarse. La mayoría de los extranjeros buscan primero trabajo en un sitio llamado Gaijinpot y la verdad es que la mayoría de los posteos son para profesor de inglés o IT. Hay otros varios sitios de búsqueda laboral en Japón, no para extranjeros sino generales. Pero ojo, no todas las empresas japonesas quieren contratar extranjeros. A veces ves un trabajo en el cual das con todos los requerimientos y sin embargo al no ser japonés no tenés ni siquiera chances. Pero no te desanimes con esto, hay mucho.

Tras tres años de vivir acá podemos decir:

-Cuanto más argento sos, menos vas a encajar con Japón. Somos dos culturas sumamente diferentes, a veces incluso opuestas. Nosotros nos sentíamos fuera de lugar en nuestro propio país y en Japón nos sentimos como en casa. No le pasa a todo el mundo.

Japón es no ruidos en la casa después de las 10 de la noche, la gente se acuesta temprano, no se grita en la calle, no se habla en voz muy fuerte en el tren (muchos menos atender el teléfono), muchas reglas, seguir las reglas, respetar al otro más que a uno mismo, entre otros. La gente cree, a veces, que vivir en Japón va a ser todo color de rosa y anime. No. Según que tipo de personalidad tengas, puede ser maravilloso. Del anime olvidate, Japón no es lo que ves en un anime en la vida cotidiana. A excepción de Godzilla que aparece cada tanto por el barrio.

-Si extrañás mucho a tu familia o amigos pensalo bien. Es muy lejos y el pasaje es caro. Promedio de 30 horas de vuelo para llegar a Argentina, un pasaje de más de 2000 dólares y un ritmo de vida que no te da vacaciones extensas como para irte un mes de visita.  

-Según con lo que hemos leído una y otra vez, hacerse amigos en Japón es ultra difícil. Según nuestra propia experiencia, no es así. Si tenés amigos en tu país que te hiciste cuando tenías 3, 7, 12 años y hace años se conocen creando una profunda amistad, claramente no vas a hacerte amigos de igual nivel en Japón (ni en ningún otro país del mundo) en tan solo 6 meses o un año. Es virtualmente imposible. Ahora, gente copada que considerar amiga con la cual empezar a crear un vínculo que pueda llegar a ese mismo nivel con el pasar de los años, sí, se puede. Nosotros tenemos varios amigos en Japón (y no estamos hablando de tan solo conocidos) tanto japoneses como extranjeros. Es cierto que siendo dos es más simple salir, sociabilizar y no sentirse solo. En todo caso un posible consejo si venís solo sería no buscar hacerte amigos mágicamente y no encerrarte, los amigos se hacen sociabilizando.

Asadito con amigos

Pintó Chacho va! Compartiendo culturas

-Una regla de oro para sentirse bien, quizás en cualquier país del mundo que no sea el tuyo, pero especialmente acá: nunca intentes ser japonés. Claramente no lo sos, nunca lo vas a ser y no hay necesidad de andar renegando de tus raíces. Aprovechá las ventajas que te trae el “no ser japonés”, que hay varias. Lo que sí tenés que hacer para poder vivir en Japón en armonía con los demás y que te vaya bien es respetar la cultura y las reglas: si te ponés a gritar en medio del tren (o cosas por el estilo que vayan en contra de lo que ellos ven como bien) claramente tendrás menos chances de encajar, hacer amigos, etc. La rebeldía es para cuando sos adolescente y estás en tu propio medio. Buscar tu lugar en el mundo significa encontrar dónde encajas con las reglas, el lugar y la gente y no andar peleando todo el tiempo en contra de eso.

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